Carrera médica en busca del crecepelo

25/09/2011. La investigación en células madre ha entrado de lleno en la regeneración capilar desde que, en 2004, el Laboratorio de Biología Celular de Mamíferos de la Universidad Rockefeller de Nueva York (Estados Unidos) descubrió cómo aislar las células madre de la piel de ratones y observó que conservan la capacidad de diferenciarse en piel y folículos, según recoge un reportaje publicado en el diario El País.

Los folículos capilares son hoy una fuente de células madre útiles para la investigación contra la calvicie. Tradicionalmente se creía que en un adulto se cerraban las vías para su regeneración, pero en 2007 se demostró que no es así cuando un dermatólogo de la Universidad de Pensilvania, el doctor Cotsarelis, descubrió casualmente que el proceso de curación de heridas profundas incluye la generación de nueva piel y pelo.

Tras el relevante hallazgo, son muchos los científicos que se han lanzado a la investigación de los genes y mecanismos implicados en la formación de folículos capilares. El propio Cotsarelis ha descubierto que en las zonas calvas del cuero cabelludo tienen tantas células madre como en las áreas con pelo, lo que hace pensar que el problema estaría en la activación de esas células madre. Y hace tan solo unas semanas, un grupo de la Universidad de Yale demostró que son las células madre presentes en el tejido adiposo del cuero cabelludo las que envían las señales que activan las que se encuentran en el folículo; la responsable del estudio, Valerie Horsley, afirma que “si logramos que estas células en el tejido graso hablen con las de los folículos, podríamos lograr que el pelo crezca de nuevo”.

En base a todas estas investigaciones, numerosas compañías han emprendido la búsqueda del método definitivo para lograr el crecimiento del cabello. Cotsarelis ha fundado Follica, que ensaya un método para lesionar deliberadamente el cuero cabelludo y aplicar después compuestos específicos para regenerar el pelo; Histogen está ensayando fármacos en fase II cuyos principios activos son producidos por células humanas cultivadas en condiciones similares al ambiente en que crece el embrión, y el Aderans Research Institute ensaya también la extracción de células de la papila dérmica, su cultivo y su trasplante en las zonas calvas del mismo paciente.

En la actualidad, ninguno de los compuestos en el mercado logra el regreso del pelo perdido, pero se estima que en unos cinco años las posibilidades de tratamiento contra la caída del cabello serán muy distintas.