«El estudio con células madre es imparable»
11/10/2013. Un año después de la concesión del premio Nobel de Medicina a Shinya Yamanaka y John Gurdon por sus trabajos relativos a la reprogramación celular, Manuel Serrano y su equipo del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) han conseguido que células adultas retrocedan en su desarrollo evolutivo hasta recuperar características propias de células madre embrionarias en el interior de un organismo vivo. Sobre estos resultados, publicados en Nature, y el futuro de la medicina regenerativa ha hablado en una entrevista concedida al suplemento El Cultural que reproducimos a continuación.
P. ¿Cuál es el motivo por el que este tipo de células son más inmaduras aún que las obtenidas mediante cultivo in vitro?
R. Las células madre embrionarias que nosotros obtenemos dentro del organismo son más primitivas que las que se obtienen en el laboratorio, pero no sabemos por qué. Intentar aclarar esto es una de nuestras prioridades ahora.
P. ¿Podrán trasladarse estos experimentos en ratones a humanos?
R. Si funcionan en un ratón y son eficientes, seguramente también se podrán realizar en humanos.
P. ¿Para cuándo la posibilidad de generar órganos como el páncreas, el hígado o el riñón?
R. Es una pregunta difícil de concretar, pero probablemente estemos hablando de décadas.
P. ¿Será posible mejorar los tratamientos contra el Alzheimer, el Parkinson o la diabetes?
R. Podrían tratarse enfermedades degenerativas como las que usted ha mencionado e incluso también otras asociadas a daños tisulares, como el infarto de corazón o la lesión de médula espinal.
P. ¿Qué repercusión pueden tener sus trabajos en medicina regenerativa?
R. Es muy difícil de predecir. Todavía hay muchos obstáculos que solventar, pero haciendo un ejercicio de optimismo extremo, nuestro método podría facilitar la regeneración de tejidos de una manera muy satisfactoria. Con el apoyo de entidades como la Fundación Botín trabajamos para encontrar las aplicaciones más eficaces, tanto desde del punto de vista médico como desde el punto de vista de la innovación. El objetivo prioritario es que los resultados obtenidos en el mundo académico alcancen a la sociedad.
P. ¿Qué papel debe jugar la iniciativa privada en el desarrollo de la ciencia en España ahora que la crisis está dañando profundamente el sector?
R. Importantísimo. Lamentablemente la innovación no es algo que esté aún plenamente en la cultura empresarial española. Por ejemplo, este proyecto concreto del que estamos hablando lo iniciamos hace cuatro años. El mecenazgo de la Fundación Botín nos ha permitido abordar un proyecto a muy largo plazo y con un riesgo muy elevado. Sin su apoyo no lo podríamos llevar a cabo, por muy competitivo que se sea. Es importante esta apuesta de promover la transmisión de conocimiento del laboratorio a la sociedad. El sector científico español vive una situación muy preocupante, por lo que hay que hacer todo lo posible para tratar de proteger algo que ha costado mucho tiempo construir y que ahora se puede venir abajo. Recuperarlo costaría muchos años.
P. ¿Cree que despegan definitivamente los estudios con células madre?
R. Las células madre son uno de los grandes focos actuales de investigación. Este despegue ya se produjo hace unos diez años y sigue imparable. Si su pregunta se refiere a si las aplicaciones están al alcance de la mano, le diría que hay más matices. El trasplante de médula ósea es una técnica que tiene unos cuarenta años y, aunque entonces no se sabía el fundamento, hoy se conoce que es básicamente un trasplante de células madre hematopoyéticas. Si se refiere a si está cerca el día en que las enfermedades degenerativas, o sus derivadas, se traten con células madre, creo que es aún prematuro y que todavía queda muy lejos, posiblemente más de una década.