Hacia los espermatozoides 'de diseño'
01/05/2014. Investigadores de varias universidades estadounidenses han obtenido células madre pluripotenciales inducidas (iPS, por sus siglas en inglés), con una capacidad de diferenciación similar a la de las embrionarias, a partir de la piel de hombres estériles que, una vez inyectadas en testículos de ratones, dieron lugar a células germinales precursoras de espermatozoides, según informa el diario El Mundo.
En el experimento, se tomó muestras de la piel de cinco hombres para reprogramarlas en iPS; tres de ellos tenían una mutación genética en su cromosoma Y que les impide producir esperma y los otros dos eran fértiles. Las iPS de todos ellos fueron trasplantadas en los testículos de ratones previamente modificados para ser estériles. Tras su inyección, las iPS se fueron transformando en células madre espermatogénicas, las precursoras de los espermatozoides, aunque en el trabajo se comprobó que las iPS de los varones estériles produjeron menos células germinales que las de los hombres fértiles.
El descubrimiento, publicado en la revista especializada Cell Reports, más que ayudar a generar una terapia para estos varones (aún no se ha demostrado que el uso de células madre en este sentido sea seguro), ofrece un modelo experimental sobre el que estudiar las causas genéticas de la infertilidad masculina y el desarrollo del esperma: «Nuestro sueño es utilizar este modelo para fabricar un mapa genético de diferenciación de células germinales humanas, incluidas algunas en unos estadios más tempranos», señala la profesora Renee Reijo, directora equipo de investigación. Respecto a su aplicación clínica, podría servir para generar espermatozoides en mayor número y de mayor calidad en laboratorio.
Los expertos españoles Cristina Eguizabal, Juan Carlos Izpisúa y Anna Veiga publicaron en 2011 en la revista Cell Stem Cell un trabajo en este sentido. «En aquel entonces creamos un protocolo para, a partir de iPS, diferenciar líneas germinales masculinas en el laboratorio. Pero ahora, el grupo de Reijo ha dado un paso más: hacerlo in vivo, al inyectarlas en testículos de ratones. Es una prueba de que anidan ahí y de que se diferencian a células madre espermatogénicas, que siguen siendo diploides. No han logrado espermatozoides, ya que el sistema reproductivo del ratón es muy diferente al humano, pero demuestran que para la diferenciación es muy importante el entorno, el nicho, porque hay señales de otras células cercanas y de hormonas para que las iPS se transformen hacia eso y no hacia otra cosa. Es necesario estar dentro del entorno testicular».
La azoospermia, trastorno que padecen tres de los participantes de este estudio, se trata de una anomalía que conlleva la inexistencia de espermatozoides en el eyaculado. Se estima que esta es la causa del 5% de las parejas con problemas de fertilidad. Por el momento no hay solución si su causa es genética, por lo que la reciente investigación es prometedora, aunque se requieren futuro estudios para examinar la eficiencia del procedimiento en un receptor primate no humano para promover la reconstitución completa de la espermatogénesis.
Los problemas de fertilidad afectan al 10-15% de las parejas. En un 30% de los casos, el factor masculino es el que está detrás de esta incapacidad para tener hijos. A ese porcentaje hay que unir otro 20% donde las causas son mixtas: tanto el hombre como la mujer tienen algún problema para concebir.