La investigadora Isabel Fariñas aboga por el uso de células madre como estrategia terapéutica en enfermedades neurodegenerativas
06/08/2014. Isabel Fariñas, directora de la Unidad de Neurobiología Molecular de la Universitat de València y miembro del Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Neurodegenerativas (Ciberned), ha destacado en una entrevista el desarrollo de investigaciones centradas en la regeneración de neuronas a partir de células madre, según informa el diario El Economista.
Según Fariñas, los avances en el estudio de las propiedades de las células madre podrían dar lugar a una estrategia terapéutica capaz de restaurar la función en enfermedades neurodegenerativas. Las tres vías principales de análisis son la capacidad de las células madre de generar nuevas neuronas y mantenerse durante toda la vida de la persona, la diferencia entre las células madre neurales de jóvenes y personas mayores para entender cómo les afecta el envejecimiento y cómo se comportan las células madre en los procesos tumorales. Para ello se utilizan modelos de ratón, en los que han sido modificados ciertos genes para poder realizar un análisis funcional del efecto que tienen ciertas moléculas y reacciones en las propiedades de autorrenovación y mantenimiento de las células madre.
Según Fariñas, las células madre son fácilmente expandibles en un cultivo y son muy plásticas, por lo que se puede lograr aprender a instruirlas para que se diferencien en los tipos de células que se necesitan y generar células dopaminérgicas. El siguiente paso sería trasplantar estas células modificadas al cerebro, ya que cuando se producen los primeros síntomas de las enfermedades neurodegenerativas, ya se ha perdido más del 50% de las neuronas afectadas. El problema actual es que el cerebro es un tejido muy intrincado en el que es difícil que el trasplante funcione; sin embargo, se está viendo que cuando se trasplantan estas células se liberan unas moléculas que logran que las neuronas existentes recuperen algunas de sus funciones.
«Con el conocimiento que estamos adquiriendo se podría intentar modular la activación y actividades de las células madre a través de terapias y así mantener los tejidos en mejor estado», concluye Fariñas.
Estos avances serían útiles para el tratamiento de dolencias neurodegenerativas graves, como el párkinson o la enfermedad de Huntington.