Las células amnióticas, prometedoras para reparar defectos cardiacos congénitos
09/10/2013. Científicos del Departamento de Cirugía de la Universidad de Michigan (Estados Unidos) han puesto en marcha una investigación sobre el potencial de las células madre amnióticas para regenerar el tejido muscular dañado en bebés con defectos congénitos del corazón, según informa la agencia de noticias Europa Press.
Los investigadores buscaban una fuente adecuada de células madre para reemplazar las que están dañadas y generar nuevo tejido, logrando así el correcto funcionamiento del músculo cardiaco. Las células embrionarias han demostrado su capacidad de diferenciación, pero su obtención genera problemas éticos; las de médula ósea son difíciles de obtener en un feto y su trasplante implica la supresión del sistema inmunológico, peligroso para el recién nacido, y las cardiacas se obtienen en cantidades limitadas. Sinn embargo, las células madre amnióticas contienen la misma información genética que el feto, lo que elimina el riesgo de rechazo, y pueden obtenerse fácilmente con una amniocentesis.
El equipo obtuvo muestras de líquido amniótico de ocho mujeres embarazadas, de las que extrajo células mesenquimales del estroma. Posteriormente, las reprogramó en células madre pluripotenciales inducidas (iPS, por sus siglas en inglés) y las cultivó para favorecer su diferenciación hacia células cardiacas. Este proceso llevó menos de doce semanas y las células latían en la placa de cultivo, por lo que podrían prepararse y aplicarse a los bebés con defectos congénitos del corazón poco después del nacimiento para que comenzaran a regenerar el tejido dañado en un músculo sano.
Cada año, 40.000 mujeres descubren durante el embarazo o después del parto que sus bebés tienen defectos de nacimiento en su corazón, según datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades estadounidenses. Estos niños pasan a menudo por varias operaciones e incluso un trasplante antes de su primer cumpleaños que podrían evitarse con esta técnica. El siguiente paso será su aplicación en un modelo murino, prevista para 2014.