Sangre de cordón umbilical, fuente de vida

07/11/2013. Eureka, espacio diario especializado en ciencia y tecnología de Radio Nacional de España-Radio Exterior dedica su programa a la crioconservación privada de células madre de sangre de cordón umbilical. En la tertulia participan el biólogo y divulgador científico José Antonio López Guerrero, JAL, e Isabel Mazuelas, directora general de VIDAPLUS Células Madre. A continuación reproducimos los fragmentos más interesantes de las entrevistas.

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Lola Plaza. La sangre del cordón umbilical contiene células madre con gran capacidad regenerativa. Cada vez es más frecuente que los padres decidan guardar congelada una muestra de la de sus hijos recién nacidos. Son de gran utilidad para tratar enfermedades muy graves y también para la investigación. Hoy queremos saber más sobre este asunto: qué posibilidades hay para conservar estas células, su donación, la opción entre bancos privados y públicos o qué dice la ley al respecto. Un tema interesante que comenzamos a abordar con José Antonio López. [...] JAL [...], como experto en este tema, ¿qué ventajas ofrecen estas células con respecto a otras pluripotentes de otros tejidos?

José Antonio López. Pues sí, estas células son células derivadas de sangre de cordón y son fáciles de obtener, aunque es un material escaso [...] quizás es limitado para una terapia en un adulto. El tema de la escasez de células se está solucionando ya en varios laboratorios intentando cultivarlas en placas de cultivo de tejidos en el laboratorio, o sea que en un futuro, probablemente próximo, se podrá expandir este tipo de células.

También son unas células que son, en el argot inmunológico, son algo así como naif, son menos agresivas que otras células que se emplean en trasplantes de médula ósea. A alguien inmunodeprimido que le inyectamos unas células inmunocompetentes estas células le pueden causar lo que se denomina rechazo o injerto contra huésped, es decir, el trasplante rechaza al receptor; estas células de cordón umbilical son en este sentido mucho menos agresivas.

De momento se pueden utilizar en más de setenta enfermedades de la sangre y del sistema inmunológico, principalmente podemos hablar de leucemias, de cáncer de médula ósea, tumores sólidos y trastornos metabólicos [...].

LP. Lo que sí parece, JAL, es que es un material demasiado valioso para que se desperdicie tras el parto.

JAL. Sí, efectivamente, y por ello desde 1989 estas células comenzaron a crioconservarse tanto en bancos públicos, donde quedan a disposición de cualquier receptor compatible que lo quiera, como en bancos privados, en aquellos casos en que la familia desee mantener la titularidad sobre la muestra de sangre, las células derivadas de cordón umbilical, para un eventual uso antólogo, es decir, del propio bebé del que se obtuvieron, o de un hermano que sea compatible.

[...]

LP. Para profundizar en esta cuestión sobre bancos de crioconservación de estas células casi mágicas tenemos con nosotros a Isabel Mazuelas, de VIDAPLUS Células Madre. Isabel, bienvenida. Lo primero que me gustaría saber es qué significa células madre en el nombre de vuestra empresa, VIDAPLUS Células Madre.

Isabel Mazuelas. Es el leit motiv de nuestra empresa, nos dedicamos a la crioconservación de células madre de cordón umbilical. [...]

JAL. Además de empresa dedicada a dar servicio a quienes quieran [...] crioconservar estas células derivadas del cordón umbilical tenéis la Fundación VIDAPLUS. ¿Cuál es su función?

IM. La Fundación VIDAPLUS nació después de VIDAPLUS Células Madre para dar cauce a una serie de inquietudes e iniciativas que iban surgiendo. La primera de ellas es apoyar la investigación en determinadas causas que considerábamos muy importantes [...]. Además del apoyo a la investigación, la Fundación tiene diferentes [...] proyectos que [...] recogen problemas de la sociedad, de familias que no pueden pagar la crioconservación pero, sin embargo, es muy importante para ellos y hasta necesario el que esto se pueda hacer.

JAL. Un reciente estudio [...] dice que la crioconservación privada de estas células es una práctica conocida por casi la totalidad de la población pero, sin embargo, apenas un 12 % ha contratado ese servicio con alguna de estas compañías privadas para alguno de sus hijos. ¿De qué estamos hablando, de una cuestión de desconocimiento, recelo ante el potencial terapéutico real del material congelado, o se trata simple y llanamente de una cuestión económica?

IM. Estamos hablando de muchas cosas, de muchísimos factores que se incluyen en estos datos. Primero, estos datos, este 12 %, se refiere a la Comunidad de Madrid; desconocemos las diferencias que existen en nuestras diecisiete comunidades. Para que la gente tome conciencia y se mantenga informada evidentemente se necesita que esta práctica se pueda realizar en todos los hospitales públicos y privados, y lamentablemente esto no se produce en toda España. [...] tenemos que tener en cuenta que está el sistema [...] de donación pública, que es algo [...] que apoyamos [...]; luego está el sistema privado, que es donarlo para uno mismo en un banco privado, pero esto también es en la Comunidad de Madrid, no todas las comunidades funcionan de la misma manera: en la mayoría de las comunidades se puede guardar si el bebé nace en un hospital privado, pero no en un público. Únicamente se puede realizar esta práctica en todos los hospitales en la Comunidad de Madrid, en Andalucía, en Castilla y León y en Canarias, en el resto de las comunidades tenemos algunas en las que se puede realizar en hospitales privados, pero no en públicos. Por ejemplo, en País Vasco nos encontramos que esta práctica no se puede realizar ni en hospitales públicos ni en hospitales privados. Es difícil de explicar, o inexplicable, pero esta es la realidad.

LP. ¿Quién debería informar del potencial terapéutico de estas células de cordón umbilical a los padres?

IM. Esta cuestión se plantea, evidentemente, durante el embarazo [...]; la mamá pasa por el ginecólogo, la matrona, el centro de salud, donde se realiza las analíticas, y estos son los sitios donde los padres se informan. Generalmente reciben una pequeña información, tal vez encuentran un folleto, o una publicidad, o la matrona les habla, y después ellos continúan la investigación o la selección: se ponen en contacto con la compañía que ellos han elegido y la compañía, generalmente, la han seleccionado por el país de destino de la muestra. Este es otro tema interesante, saber que la muestra no se puede quedar en España, sino que tiene que salir del territorio nacional y depositarse en un banco de otro país. Una vez que han tomado esta decisión hay un seguimiento y una atención  personalizada hacia cada pareja y se les va indicando los pasos que deben seguir: aportar una serie de documentación como es un contrato, un consentimiento informado, un cuestionario de salud de la madre, y una vez que está toda esta documentación cumplimentada reciben el kit de extracción, que contiene todos los elementos que van a ser necesarios para realizar la extracción de la sangre del cordón umbilical y para su transporte, y se quedan ya con el kit en su domicilio y esperan el día del parto. El día del parto tienen que llevar el kit al hospital, entregarlo al personal sanitario, ellos se encargan de hacer la extracción [...]; y una vez que se ha realizado la extracción avisar a la compañía para que la muestra sea recogida y enviada al banco de destino. Todo está por escrito, hay un contrato en el que figuran absolutamente todos los datos de dónde va su muestra, cómo va y cuál va a ser todo el proceso. [...]

Las muestras [...] que se quedan en España, que no salen al extranjero, forman parte de la red Redmo y están a disposición universal. Si las muestras salen fuera de España es cuando son para uso del propio donante o intrafamiliar. [...]

Hay un Plan Nacional de Sangre que se creó en el año 2008 y que hoy en día está absolutamente finalizado, por el cual se ha recogido un número de muestras que se entiende que son suficientes para la población española. El programa era de unas 5.000 muestras anuales hasta reunir un número determinado para toda la población. Todos, evidentemente, queremos que los bancos públicos tengan muestras suficientes para todo el que pueda necesitarlas; estamos absolutamente a favor y nuestra mejor recomendación es que las muestras no se tiren, que se guarden.

JAL. ¿Aunque sea para investigación, por ejemplo?

IM. Efectivamente, este es un tema muy interesante, pues si no hay investigación poco futuro nos espera, podemos tener muchas muestras pero estará todo parado, sin embargo sí sabemos que con la investigación llegaremos a encontrar muchísimas más utilidades o a perfeccionar las que ya tenemos.

LP. Es un material precioso para desperdiciarlo.

IM. Efectivamente. Lo único que no se debe hacer es tirarlo. [...]

LP. ¿Y las muestras tienen caducidad?

IM. Hasta ahora podemos hablar de que las muestras están perfectamente crioconservadas durante veinticinco años. Técnica y científicamente podríamos hablar de muchísimos años más, pero nos ceñimos a estos veinticinco años porque es lo que efectivamente podemos demostrar. Dentro de otros veinticinco años, cuando se hagan las pruebas pertinentes lo sabremos, pero técnica o científicamente no hay ningún problema para que puedan estar muchísimos más años crioconservadas.

JAL. [...] ¿Por qué la ley española prohíbe la crioconservación de las células de cordón umbilical para uso propio?

IM. Como os decía antes, es muy difícil explicar lo inexplicable. Este Plan Nacional de Sangre fantástico, con el que estamos todos muy satisfechos, reúne una serie de muestras de personas que quieren donar, pero sin embargo permite que otras que no se van a utilizar, que esos cordones y esas placentas, se tiren a la basura y que nadie los pueda aprovechar. No tiene una explicación coherente [...]. A veces los datos ayudan  a entender las cosas: en España en el año 2012, el año pasado, nacieron alrededor de 450.000 bebés; en teoría, y según el Plan Nacional de Sangre, se recogieron alrededor de 5.000 muestras para concretar ese Plan Nacional de Sangre; otras muestras fueron al sistema privado, ese 12 % del que hablábamos antes en la Comunidad de Madrid, y otras muchas miles y miles y miles que han ido directamente a la basura. Es lógico, y todos los españoles debemos pedirlo así, que si se van a recoger 5.000 muestras al año en toda España se escojan las mejores, las más grandes; queremos tener guardadas en nuestros bancos públicos las muestras más grandes, evidentemente. Esta es una cuestión importante dentro de las muestras de sangre de cordón umbilical: cuanto más alta sea la cantidad de células, mejor. [...]

Ahora bien, esto necesita también una infraestructura, todos los días tal vez no se pueda ir a recoger, por eso no basta con que uno diga «yo quiero donar las células de mi hijo». [...] Lo lógico sería, ya que sabemos el valor que tiene, que se recogiesen muchísimas muestras más; lo que no entendemos es la justificación de que se desperdicien tantas.

JAL. Respecto a  este punto que comentas es importante el punto del tamaño de la muestra, número de células madre [...]. Las células madre derivadas de la sangre del cordón umbilical son limitadas, son las que son, pero estudios recientes en varios laboratorios ubicados aquí, en España, han demostrado que estas células se pueden expandir luego en laboratorio in vitro, en cultivo, por lo tanto este número limitado que determina que un cordón se guarde o no va a dejar de ser un factor para crioconservar muestras.

IM. Va a dejar de ser, lo dices muy bien; mientras esta no sea una práctica cotidiana vamos a procurar que las extracciones sean lo más grandes posible.

LP. [...] En comparación con otros países europeos, incluso de todo el mundo, ¿cómo estamos en España en este campo?

IM. Si nos ceñimos a Europa, que es nuestro ámbito natural y legislativo, hay tres países que estamos con una situación un poco diferente: Italia, Francia y España. En el resto de los países, como puede ser Alemania, donde nosotros conservamos las muestras, es una legislación sin todas estas cortapisas que os he explicado antes, y al ser mucho más fácil, más libre y sin todos estos problemas y llevar muchísimos años hay otro tipo de concienciación; aquí quizá es bastante más nuevo. Cada país, evidentemente, tiene una situación bastante diferente.

Aquí en España quizá tenemos una sensibilización a este tema, aunque es bastante nuevo y reciente, porque hay muchísima investigación con células madre, hay muchísimos hospitales, puedo nombrar el hospital del Niño Jesús, Virgen del Rocío, hospital La Fe de Valencia, Vall d’Hebrón, que hacen cosas maravillosas con un número de trasplantes de células hematopoyéticas sorprendente… También quiero recomendar la Memoria de Trasplantes Hematopoyéticos que todos los años publica la Organización Nacional de Trasplantes; la última, la del año 2012, es fantástica, y porque salen muchísimos trasplantes de células hematopoyéticas [...]. Somos absolutamente una potencia en muchísimos casos de trasplantes autólogos… Somos toda una potencia, y en estos tiempos que corren decir que España es una potencia en este tema es una maravilla y te llena de orgullo, y por eso hay que leerlo.

JAL. ¿Y la crisis ha modificado la tendencia de banco privado versus banco público?

IM. Se ha notado la crisis, ¿y dónde no? Se ha notado absolutamente en todas partes. En el sistema público la gente sigue siendo igual de generosa; nosotros como compañía privada recibimos muchísimas llamadas e informamos a la gente de cuáles son las opciones, donar o guardarlo para un uso privado, y seguimos viendo que la gente quiere donar, que la gente dona. Es más, yo diría que hay mucha gente concienciada que si la situación económica no le permite guardarlo para un uso privado, dona, es decir, que está muy concienciada de que lo único que no se puede hacer es tirarlo [...]. Y en cuanto al sector privado, evidentemente la crisis aprieta; las mamás que normalmente tienen bebés o se quedan embarazadas están en unas edades muy complicadas laboralmente. ¿Qué sucede? Que todos tratamos de ajustarnos mucho en los precios para que sea lo más accesible posible, eso sí, algo que es importantísimo, sin cambiar la calidad; las cosas tienen que estar bien hechas porque esa muestra, en un determinado momento, puede ser muy importante, puede salvar vidas.