Injerto contra huésped
Es una complicación que puede ocurrir tras un trasplante, cuando las células madre recientemente trasplantadas atacan el cuerpo del receptor del tratamiento. La enfermedad de injerto contra huésped (EICH) puede ocurrir en trasplantes alogénicos; las diferencias entre las células del donante y los tejidos del receptor a menudo provocan que las células T (un tipo de glóbulos blancos) del donante reconozcan los tejidos corporales del receptor como extraños. Cuando esto sucede, las células trasplantadas atacan.
La EICH aguda generalmente sucede en los tres primeros meses tras el trasplante, mientras que la crónica comienza más tarde y puede durar toda la vida. Las tasas de EICH varían del 30 al 40% entre los donantes y receptores emparentados hasta del 60 al 80% entre donantes y receptores sin parentesco. Cuanta más incompatibilidad o emparejamiento incorrecto haya entre el donante y el receptor, mayor será el riesgo. Después de un trasplante, el receptor por lo regular toma medicamentos que inhiben el sistema inmunitario, lo cual ayuda a reducir las posibilidades (o gravedad) de la dolencia.
El objetivo del tratamiento es inhibir la respuesta inmunitaria sin dañar las nuevas células. Para prevenirla, antes de un trasplante se busca cuidadosamente su compatibilidad del grupo sanguíneo y del tipo de tejido con donantes elegibles. Esta compatibilidad o emparejamiento reducirá el riesgo de que se presente EICH. Siempre que sea posible, las donaciones de miembros de la familia estrechamente compatibles pueden disminuir en forma más amplia el riesgo de este problema.
Fuente: Medline Plus, Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos